Curruca tomillera
Curruca conspicillata
Curruca conspicillata
La curruca tomillera recuerda por su coloración a la curruca zarcera, aunque es algo menor y más ligera. A diferencia de la mayoría de las currucas, ocupa áreas más secas, abiertas, áridas y desprovistas de vegetación, siempre que cuenten con la existencia de matorrales de pequeño porte, como tomillares y aulagares, entre los que se oculta y se desplaza de manera muy inquieta y escondidiza.
Esta especie parece una versión en pequeño de la curruca zarcera, de la que se diferencia, además de por su menor tamaño, por tener las alas más rojizas y cortas, y la coloración de la cabeza más contrastada. Los machos presentan tonos rosados en las partes inferiores, dorso pardogrisáceo, cabeza gris, garganta blanca y anillo ocular blanco. Las hembras son similares, aunque la cabeza exhibe tonos más pardo-rojizos. Los jóvenes lucen un patrón de color parecido a la hembra, pero de tonalidad más desvaída. De temperamento muy inquieto y nervioso, posee hábitos muy discretos y escondidizos, por lo que resulta difícil de observar mientras se mueve oculta entre la vegetación baja.
Se distribuye ampliamente por la Península Ibérica, aunque de modo disperso y desigual, extendiéndose de forma más continua por el este y sur de Andalucía, los páramos del Sistema Ibérico, el valle del Ebro, meseta Norte (especialmente Soria y Burgos), sur de Zamora y depresión del Tajo en Extremadura. En Canarias resulta frecuente en todas las islas, siendo especialmente abundante en las más orientales (Fuerteventura y Lanzarote). En las islas Baleares se trata de un ave más localizada y escasa. No se reproduce en Ceuta ni Melilla. La subespecie orbitalis se encuentra en Canarias, mientras que conspicillata ocupa el resto del territorio español.
Guía de Aves de España©SEOBirdLife
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